En 1876, y partiendo de la estación de Granollers Centro nace la línea a las minas de Ogassa, llegó a Sant Joan de les Abadesses 4 años más tarde. Esta línea se planteó desde el principio para tracción vapor.

Posteriormente se planteó hacer un ramal que uniera Ripoll con Puigcerdà que, debido a las fuertes pendientes de la línea se replanteó con tracción eléctrica. Comenzó a funcionar en 1919 hasta Ribes de Fresser, 1922 hasta Puigcerdà y 1929 hasta Latour de Carol. Junto a la electrificación de la nueva línea del Transpirenaico se realizó la del resto de la línea del tren de San Juan de las Abadesas.

Quedaba un tramo que se comenzó a realizar tras la unión de los otros dos trazados que llevaría por una línea propia el tren desde Les Franqueses del Vallès hasta Montcada Bifurcación, llegando a unirse directamente con la línea de Manresa. Esto seguramente tuvo que pasar al ser anexionadas a la Compañía del Norte.En el centenario de la entrada en funcionamiento de la línea se cerró definitivamente el ramal de Sant Joan de les Abadesses debido a su escaso tráfico en 1980.

En 1984 y debido al cierre masivo de líneas deficitarias, esta línea estuvo a punto de desaparecer, pero sólo fue un año más tarde el ramal (que era de mercancías) que unía Granollers Centre con Les Franqueses del Vallès.

Lo único que ha ido desapareciendo de la línea es el tráfico de mercancías, quedando de forma residual o puntual este tipo de tráfico.

Con el comienzo de las obras de soterramiento parcial de la estación de Vic se realiza una renovación, primero de la catenaria y línea de contacto, posteriormente se renovaron las subcentrales que daban energía a la línea y posteriormente se renovó parte de la vía con traviesas monobloc preparadas para el cambio de ancho de vía.

Pero con las renovaciones sufridas, las últimas muy agresivas, se ha perdido la esencia de la línea que perdura aún en algunos puentes y obras de fábrica, pero que en las estaciones (que incluso han perdido su color original rojizo) se ha desdibujado su estructura original, siendo las más perjudicadas las más alejadas de Barcelona, que han pasado a ser meros apeaderos sin ningún tipo de servicio añadido.

Desgraciadamente ha sucedido lo mismo por el lado francés, y se han desmantelado estaciones y se ha dejado lo mínimo para el cruce de trenes.

La dos estaciones internacionales de la línea, especialmente la de Puigcerdà se abandonan a su suerte y desaparece el tràfico de la línea UIC hacia España, quedando como testimonial el tren regional que une Barcelona con Latour de Carol.