Granollers - Canovellas
Granollers es la capital y ciudad más poblada de la comarca del Vallés Oriental, en la provincia de Barcelona (España).
Historia
Los vestigios más antiguos encontrados en Granollers se remontan a más de 4000 años, aunque los mejor conservados, como la necrópolis de Can Trullás pertenecen a la época romana.
En el año 944 aparece el nombre de la ciudad citado por primera vez como Granularios Subteriore, y en el siglo XII ya se habla del mercado de Granollers.
Las murallas de la ciudad se comenzaron a construir en 1291 y se terminaron entre 1366 y 1380, bajo el reinado de Pedro III. Tuvieron un trazado hexagonal con once torres de defensa y un camino de ronda conocido como "corredosos". Las cinco puertas de entrada coincidían con las vías de comunicación que había en la época y tenían encima una capilla:
- Camino de Barcelona (san Cristóbal), paralelo al río Tenes comunicaba hacia el sur.
- Camino de Caldas (Santa Ana), comunicaba hacia Poniente.
- Camino de Corró (San Antonio), comunicaba hacia Gerona y Francia.
- Camino de Bell-Lloc (San Roque), comunicaba hacia el Norte y Osona.
- Camino de La Roca (Santa Esperanza), comunicaba hacia Levante y litoral.
Durante los siglos XIII, XIV y XV, la Iglesia, el señor de La Roca y la Corona se disputan el territorio, lo que hizo que para evitar este contínuo intercambio, los habitantes de Granollers recaudaran 10.000 florines que pusieron en manos del rey Alfonso IV para que comprara la villa y la incorporara a la corona. Fue entonces cuando Granollers entró de pleno derecho en el "Carreratge", es decir, la corona le daba el nombre y declaraba la villa como una calle de Barcelona (pasó en 1418).
Desde 1462 a 1472 Granollers, que entonces se encontraba bajo el dominio de los señores de Pinós, tomó partido por la Generalitat en la guerra que enfrentaba a ésta con la monarquía de Juan II. En Granollers murió en 1466 el Codestable de Portugal. Acabada la guerra el rey no mostró venganza y otorgó a Granollers los privilegios que le dió en 1418 el vey Alfonso IV.
En el siglo XV Granollers entró de lleno en los conflictos de la Segunda Guerra de los Remensas.
Durante el siglo XVI la establidad y prosperidad del mercado, aunados al aumento demográfico llevaron al desarrollo de Granollers. Fue entonces cuando se construyeron grandes edificios como la iglesia gótica de San Esteban, que se erigió sobre la románica del siglo XI, el convento de los Capuchinos, ya desaparecido, la iglesia de San Francisco o la Porxada. Durante este siglo se construyeron también nuevas capillas en las murallas y hubo gran actividad del Consell o Universidad. Toda esta prosperidad terminaría en la Guerra dels Segadors, en la que intervino el síndico Joan Domènec.
En la invasión napoleónica (1808-14), Granollers se opuso a la ocupación napoleónica. Pero el conflicto que más afectó a la villa fue la tercera guerra carlista, en la que 3000 hombres comandados por Martí Miret i Caraltó asaltaron Granollers el 17 de enero de 1875 y secuestraron al alcalde y 33 personas que se liberaron previo pago del rescate.
A mediados del siglo XIX la actividad económica de la capital y de todo el Vallés Oriental fue evolucionando a partir de las vías de comunicación que introdujeron gradualmente la industria en la comarca. Así pués, la inauguración de la carretera de Barcelona a Vic en 1848, la llegada de las dos líneas de tren en 1854 y 1876 hicieron que Granollers se abriera al exterior.
A finales de siglo se terminaron por derrocar las murallas de la villa. A principios del siglo XX se incorporan a Granollers parte de Las Franquesas (el Lledoner en 1922) y el pueblo de Palou en 1928. De esta forma Granollers se configura de forma longitudinal alrededor de la carretera nacional como eje principal.
Durante la segunda república la ciudad vivió un proceso de cambio social y político, con algunos acontecimientos especiales como los hechos del 6 de octubre del 34. La posterior Guerra Civil (1936-39) se vivió con mucha crudeza debido a la cantidad de bombardeos que tuvo que sufrir todo el vallés, y especialmente Granollers con 4, el primero de ellos fue el que más muertos, heridos y daños provocó.
La postguerra fue tiempo de pérdidas y recesión, aunque ya en 1943 se celebró la primera Feria de la Ascensión, que posteriormente traspasaría el ámbito local. En 1952 se suprime el racionamiento de los productos de primera necesidad. Entre 1956 y 1975 hubo un primer crecimiento demográfico importante, debido a la inmigración y el aumento de la natalidad, lo que hizo desarrollar rápidamente la trama urbana de la ciudad.
A mediados de los años 60 hubo una crisis muy importante de la industria textil, lo que obligó a la industria a diversificarse, cosa que caló bastante en la economía de Granollers con la proliferación de pequeñas fábricas.
En 1988 se constituye en Granollers el Consejo Comarcal del Vallés Oriental, y en 1992 fue subsede olímpica de las Olimpiadas de Barcelona, acaparando el torneo de Balonmano.
Geografía
Granollers se encuentra a 148 metros de altitud en el cruce del rio Congost con la riera de Carbonell a 26,5 km de Barcelona, en la plana del Vallés, situada en la depresión prelitoral catalana.
La capital del Vallés Oriental tiene una población de 59950 habitantes y una superficie de 14,9 kilómetros cuadrados.
La estación
Línea | 222 ADIF |
Km | 28,700 |
Altitud | 56,5 m |
nº estación | 77006 |
La estación de Granollers - Canovellas formaba parte de la antigua línea de Barcelona a San Juan de las Abadesas (ahora sólo hasta Ripoll) y entró en servicio en 1886, cuando se abrió un nuevo ramal paralelo al de MZA de la línea de Gerona y así evitar la utilización y pago del cánon a esta compañía. El ramal iba desde Las Franquesas del Vallés a Sant Martí de Provençals (la estación de Granollers - Centre era el punto de encuentro con la línea de MZA) pero al final se unió al de Norte de Montcada debido a que ésta compañía absorbió a la de las minas de Ogassa.
Se la llamó estación del Norte para diferenciarla de la otra estación de Granollers que se la apodaba "de Francia".
La estación de Granollers se encuentra entre el apartadero de Palau y la estación de Las Franquesas del Vallés. Consta de los edificios típicos de la línea. Edificio de la estación en funcionamiento, cantina cerrada en la actualidad y el típico edificio de los lavabos públicos.
Frente a la estación ha habido a través del tiempo diferentes tipos de cargadero, el último cinco silos de gran capacidad para el transporte de cemento, que en la actualidad ha sido desmantelado.
Como en todas las estaciones de la línea, la parte destinada a las mercancías está regulada de tal forma que a ambos lados hay toperas para que no haya escapes de vagones a la vía general, en este caso la vía 3 era la que las contenía, dejando la vía general en el centro y la vía de rebase de pasajeros más cercana al edificio de la estación. En la actualidad, aparte de los cruces preceptivos, se utiliza habitualmente la vía principal para el servicio de viajeros, por tal motivo hay un paso de peatones a nivel con escalones, ya que los andenes han sido recrecidos, bien señalizado.
En la actualidad, el servicio de mercancías que se generaba en la estación de Granollers ha sido suprimido y sólo quedan trenes esporádicos y una sóla circulación semanal hacia Vic.